De nuevo hemos sido considerados culpables por ser consumistas de electricidad, y por lo tanto debemos gastar menos. Si no lo hacemos, seremos multados. Son medidas emanadas del Ministerio de Energía para solventar el problema de la incapacidad de cumplir con la demanda nacional.
El año pasado oímos hablar del fenómeno El Niño, los problemas para mantener los límites en la represa del Guri, que con el racionamiento y las medidas establecidas en esa oportunidad se iba a solucionar la situación de fallas eléctricas.
Pero nuevamente se habla de crisis energética y se repiten las medidas y se buscaron culpables. Y no se está hablando del aparato productivo nacional, que esa es otra historia; sino del consumo en las viviendas como la suya, la mía, de nuestros vecinos, sin considerar las regiones del país con condiciones climáticas diferentes. Por ejemplo, nos preguntamos si en Los Andes utilizan tantos ventiladores, aparatos de aire acondicionado, como en Guayana o en Guarenas y Guatire.
Cuál es el derroche de electricidad que hay en nuestras comunidades? ¿Acaso solo se puede solventar el problema de insuficiencia e ineficiencia eléctrica, indicándonos que debemos lavar menos, no usar ventiladores, trabajar sin encender la luz en horario nocturno, usar linternas, no ver televisión, usar máquinas de escribir y pequeñas calculadoras en nuestras actividades de trabajo o estudio.
Es cierto que el sentido común nos indica que todo recurso debe ser bien usado, porque de eso depende que permanezca en óptimas condiciones, pero además de estas medidas “permanentes”, cuál es la alternativa para que no se presenten tantas fallas de energía eléctrica en un país como Venezuela
Y si a pesar de ser ahorradores de energía nos toca sufrir de apagones o cortes programados o racionamiento, hay algunas medidas para que no nos sintamos tan traumatizados, como: