Reflexion Junio

Para que un condominio funcione como debe ser, es decir, asumir todos los detalles de una buena administración, cumplir con todos los deberes legales ante terceros, ejercer la autoridad administrativa de una comunidad, y sobre todo poder solventar los problemas inherentes a los condominios, se hace absolutamente necesario, que todos los copropietarios cumplan con la obligación establecida en los artículos 12, y 13 de la Ley de Propiedad Horizontal.

Pero ahí está el detalle, cada vez más está aumentando la morosidad en los condominios y hay que buscar la manera de combatirla y para ello hay que analizar cada caso en detalle y en este momento  la morosidad en Venezuela se puede catalogar en tres tipos: Un 80% está relacionada a difícil situación económica del copropietario y su familia. No quieren estar en mora, pero no han podido pagar. En estos casos hay que
buscar mecanismos de apoyo e involucrarlos en la búsqueda de una salida.

El 10% se refiere a un grupo de personas que no está de acuerdo con las actuaciones de la Junta de Condominio o con cualquier otra situación del condominio. Con estas personas hay que conversar para escuchar sus razonamientos y lograr acuerdos de pago inmediato. De no ser así, deben establecerse cobranzas legales hasta la demanda si es necesario.

Y la tercera parte son los copropietarios que tienen conducta morosa como actitud personal y se creen más vivos que los demás. A estas personas, si no se les logra cobrar mediante el diálogo, hay que aplicar lo establecido en la Ley de Propiedad Horizontal y demandarles.

Las medidas que tome la Junta de Condominio deben ser ejemplares para que otros vecinos no caigan en la morosidad.

En principio,  todo el mundo puede enterarse vía cartelera o como reporte económico en el blog del condominio, cual vecino no ha pagado y el monto de su deuda. Luego vendrán las conversaciones  y de no dar resultado las gestiones de cobranza, vendrán las citaciones ante abogados hasta llegar a la demanda.

No hay que llegar a estos extremos, pero la morosidad afecta la vida económica de un edificio y agrede al resto de la comunidad que si cumple con el pago oportuno de su recibo de condominio.