Lluvias y Colapso en Venezuela

Nuevamente el país se ve afectado por las lluvias, que sin cesar caen en varios estados de la geografía nacional y que lamentablemente, los desastres ocurren en las zonas marginales, debido a la falta de servicios y sobre todo a la costumbre nacional de construir en zonas peligrosas y la falta de viviendas adecuadas para la población.

Las precipitaciones registradas en el Distrito Capital, Miranda, Carabobo, Falcón y Táchira causaron deslizamientos, caos vehicular y quebradas crecidas que en algunos puntos se desbordaron. En el área metropolitana, , algunos sectores del municipio Sucre resultaron seriamente afectados. El director de Protección Civil Miranda, Víctor Lira, informó que el caudal del río Guaire aumentó a la altura del barrio La Línea, “donde estuvo a casi un metro de desbordarse”.

En el caso del estado Mérida la situación en la zona debido a
las torrenciales lluvias y deslizamientos "es delicada", y que gran parte de las vías de comunicación hacia ese estado están colapsadas

Al  menos 7.000 personas se han visto afectadas por las lluvias de los últimos días, que han golpeado especialmente a la región occidental de Los Andes. Así como Mérida,  los estados Trujillo y Táchira también han sufrido. Además de la afectación de viviendas y comercios, varias vías de acceso a Los Andes venezolanos están bloqueadas por derrumbes, entre ellas, la ruta del Páramo en el mismo estado Mérida, que se usa para transportar el 82 % de la papa y el 79 % de la zanahoria que se consume en el país.  hay 25 comunidades agrícolas incomunicadas y hay pérdida de cultivos.
En Miranda al menos  40 viviendas del sector Santa Eduvigis, en la parte alta de Petare del Municipio Sucre, han sido desalojadas debido a un gran desplazamiento de tierra.

Y así seguiríamos dando malas noticias por todo el territorio nacional, debido al embate de la naturaleza, que nos está atacando despiadadamente y no solo en nuestro país sino en muchas regiones.

Pero lo que más debe entristecernos es la consecuencia que toda esta situación trae consigo: familias sin viviendas, esperando en refugios una solución que es a largo plazo; y pérdida de sus enseres, que con tanto sacrificio obtuvieron: incertidumbre, tristeza, frustración y preocupación por los niños y ancianos.

En fin, una consecuencia desastrosa para la familia venezolana y además como algo colateral y no menos importante: las lluvias traen consigo atrasos y pérdidas en cosechas, distribución de alimentos y bienes para la población. Y los negocios que se pierden, los locales que se inundan, los empleos que se pierden.

Pero somos un pueblo fuerte, vamos a salir adelante, pero que sea con un nuevo modo de vivir, un nuevo modo de ver las cosas, una nueva actitud.

Y no más construcciones de viviendas en zonas peligrosas, mejor atención para las familias que están en situación de riesgo, limpieza de quebradas, mantenimiento de vías y estructuras. Mantenimiento preventivo y políticas oficiales que permitan evitar tantas desgracias. Porque la naturaleza tiene el poder de arrasar en su furia y cobrarse el mal uso del planeta.