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Reflexión Enero

Las reflexiones que hemos hecho a través del tiempo de vida de “La Voz de Roma” han tenido que ver con la situación que se vive en nuestra comunidad y en el país.

En esta oportunidad vamos a reflexionar sobre los hechos más destacados de los últimos meses y lamentablemente lo más resaltante ha sido la violencia de la naturaleza cuando las lluvias destrozaron viviendas, acabaron con sembradíos, asustaron niños, dejaron a la intemperie a tantas personas y pusieron en evidencia una vez más que somos vulnerables ante la fuerza de la naturaleza y la desidia del hombre.

Sabemos de la falta de viviendas dignas, pero por qué seguir construyendo año tras año, en sitios riesgosos, sabiendo que la lluvia vendrá a  buscar víctimas y siempre es en esas zonas donde las encuentra. Por qué dejamos atrás el pueblo donde nacimos, nuestras familias para venir a las ciudades a vivir en la marginalidad, cuando seremos los más desvalidos a la hora de los desastres?

Ha pasado muchas veces y seguramente volverá a pasar pero ya es hora de tomar decisiones certeras, decisiones importantes y en nuestra reflexión vemos que se debe ayudar,  en cuanto a dar viviendas a quienes las perdieron, a ayudar a aquellos compatriotas que quedaron con solo la ropa puesta, que tienen niños, que todavía cuidan a sus ancianos.


Pero también creemos que lo más importante es planificar para que las zonas de alto riesgo no existan más, construir viviendas en tanto espacio libre que hay en nuestro país, crear fuentes de empleo en esas regiones, llevar los servicios públicos, la educación y la salud hacia esas zonas y así bajar el hacinamiento de los ranchos en laderas de cerros y al lado de quebradas traicioneras.

Y en aquellos sectores en los cuales ya hay comunidades organizadas, viviendas más o menos estables, reforzar la seguridad de las construcciones levantando muros de contención, revisando como funcionan las aguas servidas, limpiando las quebradas, no permitiendo más construcciones, en fin protegiendo a los venezolanos que no han podido salir de esas áreas.

Trabajar para que en el futuro no se repitan las mismas historias desde hace más de diez años, porque el embate de la Naturaleza puede estar presente más adelante, pero si nos preparamos desde ahora, las consecuencias pueden y deben ser menos traumáticas y desdichadas.

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